PARÍS (AP) — Las autoridades francesas se preparan para posibles actos de sabotaje y otras formas de violencia mientras prevén que decenas de miles de manifestantes respondan a llamados en línea para desestabilizar al país el miércoles, lo que podría agravar la más reciente crisis política de Francia desencadenada por el colapso del gobierno.

El movimiento “Bloquons Tout” (Bloqueemos Todo) adquirió impulso en las redes sociales y en chats encriptados durante el verano, antes de la destitución de François Bayrou como primer ministro en un voto de confianza parlamentario el lunes.

Pero su convocatoria para realizar un día de bloqueos, huelgas, manifestaciones y otros actos de protesta el miércoles ahora coincide con la búsqueda de un cuarto primer ministro en 12 meses por parte del presidente Emmanuel Macron —uno de los objetivos del movimiento—, un prolongado ciclo de inestabilidad que sacude a la segunda economía más grande de la Unión Europea.

Aunque aparentemente no se relaciona con las protestas previstas, el descubrimiento de cabezas de cerdo —cinco de ellas con el nombre de Macron— realizado el martes cerca de nueve mezquitas en el área de París causó inquietud adicional y mostró posibles características de actos anteriores presuntamente vinculados a Rusia que intentan desestabilizar a Francia y otros aliados de Ucrania.

El jefe de la policía de París, Laurent Nunez, dijo que, aunque las investigaciones aún están en curso, “no podemos evitar establecer vínculos con actos anteriores que ocurrieron, a menudo de noche, y que luego resultaron ser actos de interferencia extranjera”.

Dijo que la colocación de cabezas de cerdo —cerca de cuatro mezquitas en París y cinco más en sus suburbios— parecía haber sido “realizada de forma simultánea, necesariamente por varias personas”.

Las autoridades francesas han caracterizado otros actos presuntamente vinculados a Rusia como parte de un esfuerzo sostenido para sembrar discordia, agitación y desinformación. La colocación de ataúdes cerca de la Torre Eiffel —algunos cubiertos con la bandera francesa y con las palabras “soldados franceses de Ucrania”— en 2024 fueron vinculados por las autoridades francesas a los servicios de inteligencia rusos. También lo fue un ataque a un monumento del Holocausto en París, manchado con manos rojas de sangre.

El movimiento “Bloqueemos Todo”, que ha crecido de manera viral sin un liderazgo claro identificado, tiene una amplia gama de demandas —muchas de ellas, contra los planes presupuestarios de austeridad que Bayrou defendió antes de su caída— así como quejas más generales sobre la desigualdad. Los llamados en línea para realizar huelgas, boicots, bloqueos y otras formas de protesta el miércoles han sido acompañados de llamamientos a evitar la violencia.

Las autoridades francesas dijeron que no estaban seguras de cuántas personas podrían participar el miércoles. El ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, dijo que, además de las protestas pacíficas, “hay otras acciones que podrían ser mucho más intensas —bloqueos, posibles actos de sabotaje, medidas que podrían ser mucho más violentas”.

Entre los posibles objetivos podrían estar las refinerías de petróleo, reservas de combustible, estaciones de tren y carreteras de circunvalación, dijo. Advirtió sobre “pequeños grupos que no son muy numerosos pero que están muy determinados, muy organizados, muy, muy experimentados y buscan violencia”.

La respuesta policial sería “absolutamente masiva”, dijo, con un despliegue de 80.000 policías y gendarmes para mantener el orden, respaldados por helicópteros, drones y vehículos blindados.

Las autoridades de transporte de París dijeron que se esperaba que los servicios del metro, tren y autobús funcionaran prácticamente con normalidad, con interrupciones moderadas en algunas líneas. Las autoridades de aviación advirtieron sobre posibles perturbaciones y retrasos en los vuelos.

La espontaneidad de “Bloqueemos Todo” recuerda al movimiento de los “Chalecos Amarillos” que sacudió el primer mandato de Macron como presidente. Comenzó cuando varios trabajadores acamparon en rotondas para protestar por un aumento en los impuestos al combustible, vistiendo chalecos de alta visibilidad. El movimiento se extendió rápidamente a personas de diversas divisiones políticas, regionales, sociales y generacionales enojadas por la injusticia económica y el liderazgo de Macron.

Fédérico Tarragoni, investigador de movimientos de protesta de la Universidad de Caen en Normandía, dijo que los simpatizantes de “Bloqueemos Todo” parecen creer que las marchas de protesta no son efectivas y por eso buscan formas más radicales de atraer la atención de Macron, incluidos los bloqueos y otras tácticas utilizadas por los Chalecos Amarillos.

Describió el despliegue de seguridad previsto como de tipo bélico. “Están anticipando bloqueos de carreteras, bancos, sitios de producción, todo —y sin duda habrá algunos”, dijo.

Las protestas del miércoles pondrán a prueba la popularidad de Macron y del movimiento, dijo.

“No será un motín. Y no será el Capitolio después de la elección de (Joe) Biden”, dijo, refiriéndose a la multitud que asaltó la sede del Congreso de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.

“Pero será potencialmente inmanejable”, debido a la posibilidad de bloqueos, dijo. “Manejar eso con las fuerzas policiales no necesariamente será fácil”.

___

Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.