Las cutículas son esa fina capa de piel que rodea la base de la uña. Lejos de ser un detalle estético sin importancia, cumplen un rol clave : protegen la matriz de la uña de bacterias, hongos y otras infecciones. Al cortarlas, se elimina esa barrera natural y se deja la zona expuesta a posibles problemas.
Además, retirarlas con tijeras o alicates suele causar pequeños cortes que pueden inflamarse, doler y hasta favorecer el ingreso de microorganismos. Por eso, dermatólogos y especialistas en cuidado de uñas coinciden en que no conviene cortarlas, sino tratarlas de otra manera.
El secreto está en mantenerlas hidratadas y empujarlas suavemente hacia atrás para que no invadan la uña, logrando así un aspecto prolijo sin comprometer la salud. Con una rutina mínima de cuidado, es posib