El Gobierno pidió al Fondo Monetario Internacional que salga a respaldar la política monetaria y cambiaria , después de dos semanas de silencio del organismo en la que evitó cuestionar las intervenciones del Tesoro vendiendo dólares, para tranquilizar al mercado y especialmente a los bancos, y lograr la renovación de deuda que vence esta semana, por 7,2 billones de pesos.

El equipo económico enfrenta todavía otras dos licitaciones críticas de deuda, una a fin de mes y otra en octubre , que genera mayor preocupación por la cercanía con las elecciones legislativas del 26 de octubre y la posibilidad de que los ahorristas busquen llegar dolarizados por temor a un salto del tipo de cambio después de los comicios.

El FMI cumplió su parte, con un escueto comentario en la red social X de

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