En verdad resultó desconcertante que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo haya declarado en la conferencia matutina del pueblo de ayer en Palacio Nacional que: “el marino que se quitó la vida no estaba involucrado en la red de corrupción del huachicol fiscal”, en clara referencia del capitán de navío Abraham Jeremías Pérez Ramírez, quien supuestamente se suicidó el pasado lunes en sus oficinas de la Unidad de Protección Portuaria de Altamira.

Y más cuando el extitular de la Aduana de Tampico, capitán Alejandro Torres Joaquín, declaró cuando se convirtió en testigo protegido que el capitán Pérez Ramírez, formaba parte de la red de corrupción del huachicol fiscal que encabezaba el vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna y su hermano el contralmirante Fernando Farías Laguna.

El titular

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