Si alguien aún no lo ubicaba bien , si alguien no sabía quién era, si alguien no le tenía mucha confianza, si alguien dudaba de sus virtudes o se preguntaba cada que cogía le pelota que en dónde es que juega, la victoria de Colombia contra Venezuela 3-6 sirvió, sobre todo, para que Luis Suárez hiciera su presentación formal como el goleador que es: cuatro goles son suficientes, ¿o no? Ahora sí, a pensar en el Mundial.
Colombia, que llegó a Maturín con la tranquilidad de la clasificación al Mundial, arrancó el partido como aturdido, como desubicado. Tardó en darse cuenta de que el partido, en todo caso, tocaba ganarlo, era el último de la eliminatoria, es la imagen que queda, y cuando reaccionó, se llevó por delante a su rival, con récords: primera vez que hace 6 goles en la eliminatoria y