La moda es caprichosa y como suele decirse, todo vuelve. Lo que hace años se consideraba un simple trasto, hoy puede llegar a convertirse en auténtica pieza de coleccionista . Lejos de desaparecer - y pese a que muchos los daban por muerto desde la llegada del CD y, más tarde Spotify -, los vinilos y casetes, objetos codiciados, han pasado de ser un recuerdo polvoriento en el trastero, a resurgir con más fuerza que nunca gracias a la fiebre por lo vintage .
Pero detrás de esta pasión por lo antiguo no solo hay nostalgia. La paradoja es que quienes más están impulsando esta moda no son quienes la disfrutaron y vivieron en su día, sino lo jóvenes . En un mundo en el que basta un clic para saltar de canción, estas reliquias musicales obligan a frenar: colocar la aguja en el