Estamos sentados en la computadora, trabajando, estudiando, o en el sillón mirando televisión. Luego de terminar la tarea que sea que hayamos estado realizando, con suerte, lo advertimos: rigidez corporal , los hombros están para arriba y para adelante, el cuello en una posición forzada, la espalda encorvada. Nos paramos, nos estiramos, y tratamos de que el cuerpo vuelva mágicamente a una posición “natural”.

En el mejor de los casos esto sucede, y nos damos cuenta de que nuestro cuerpo adoptó una posición incómoda, sobreadaptada, inadecuada. Pero en muchos otros, continuamos con las tareas del día, sin siquiera notarlo .

Y “deshacer” la postura que va adquiriendo nuestro cuerpo para sobreadaptarse a las tareas y compensar dolores , no sucede de manera mágica ni espontánea.

¿Qué po

See Full Page