Por ahora, el anunciado “diálogo federal” del Gobierno nacional con los gobernadores, luego de la paliza electoral que el oficialismo recibió en la provincia de Buenos Aires, quedó reducido a un simple posteo en redes sociales. Sin invitaciones formales ni señales concretas desde la Casa Rosada, en el Centro Cívico cordobés aseguran que la convocatoria nunca llegó. Y en el entorno del gobernador Martín Llaryora el escepticismo crece: dudan que esta eventual iniciativa tenga algún resultado concreto.
En este contexto, Llaryora -que mantiene contacto permanente con sus colegas más afines que integran un nuevo espacio político- ya tiene delineadas dos exigencias clave, frente a una eventual convocatoria desde el poder central.
La primera es que la Nación restituya los fondos que recortó de