El Gobierno decidió resucitar el Ministerio del Interior para dotar de volumen el diálogo con los gobernadores que Javier Milei pretende reencausar tras la estruendosa derrota en la provincia de Buenos Aires. Al frente del mismo, estará Lisandro Catalán, hasta hoy mano derecha de Guillermo Francos. En suma, se trata de institucionalizar lo que era un hecho, ya que Catalán se desempañaba como el embajador de Nación ante las provincias. "Sea quien sea, tiene que poder tomar decisiones", advierten de antemano los mandatarios.
La medida llega apenas 48 horas después de que el peronismo se impusiera por casi 15 puntos en territorio bonaerense, profundizando la crisis interna de la estructura libertaria y envalentonando a los jefes provinciales de todos los pelajes, que ya venían masticando bro