En enero de 2023, el gobierno mexicano desplegó helicópteros armados y cientos de soldados en zonas rurales de Sinaloa para capturar a Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante preso Joaquín El Chapo Guzmán. En la búsqueda del joven capo , los arquitectos de la operación trabajaron en estrecha colaboración con un poderoso aliado estadunidense: la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Antes del operativo, la principal agencia de espionaje de Estados Unidos aprovechó su amplio sistema de interceptación para vigilar las comunicaciones de los colaboradores de Ovidio, con el fin de localizarlo en el pueblo natal de su madre en la Sierra Madre Occidental, según cuatro ex funcionarios estadunidenses de inteligencia y seguridad.
Analistas de la CIA elaboraron un expediente detallado sob