El incendio que sufrió la Mezquita de Córdoba el pasado 8 de agosto, y que dejó a una ciudad conmocionada, fue “accidental”. Así se desprende del informe preliminar del departamento científico de la Policía Nacional que ha determinado que las llamas se originaron en una barredora mecánica almacenada en una de las capillas del templo.

Según ha adelantado el Diario Córdoba, el informe, que se ha trasladado al juzgado de Instrucción número 8 de la capital califa que investiga el suceso, concluye que el incendio tuvo un solo foco localizado en la barredora eléctrica, que no estaba enchufada en ese momento pero que tenía algo de carga en su batería.

Según el documento, que también se ha trasladado a la Fiscalía de Córdoba, uno de los cables de la barredora no se encontraba en la condiciones

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