Según un comunicado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la presidenta Claudia Sheinbaum firmó un decreto que prohíbe la producción, importación, comercialización y uso de 35 plaguicidas altamente peligrosos para la salud y el medio ambiente. Es la mayor restricción de este tipo en 34 años, desde 1991, cuando se vetaron 21 sustancias.

El decreto obliga a las dependencias federales a cancelar permisos y a abstenerse de otorgar nuevas autorizaciones para toda la cadena de estos químicos , desde su fabricación hasta su disposición final. La medida busca proteger tanto a trabajadores agrícolas como al público en general, además de alinear la política nacional con convenios internacionales como Estocolmo y Rotterdam.

La prohibición será efectiva a partir de la publicación del decreto en el Diario Oficial de la Federación , momento en el que quedará ilegal producir, importar, comercializar o usar cualquiera de los 35 plaguicidas incluidos en la lista. El gobierno prevé además una transición de hasta cinco años para facilitar que los productores encuentren alternativas menos tóxicas y accesibles, aunque la restricción legal entra en vigor desde el día de la publicación oficial.

La lista incluye nombres importantes para la agricultura en México. Entre los 35 plaguicidas prohibidos se encuentran organoclorados como el DDT , el endosulfán, el lindano y el dieldrin; organofosforados como el paratión, el metamidofos y el monocrotofos; y herbicidas de amplio uso como la atrazina y el alaclor. 

También aparecen el carbofurano, considerado uno de los insecticidas más peligrosos del mundo y el aldicarb, vinculado a la contaminación de agua potable. En conjunto, la lista cubre compuestos señalados por la FAO y la OMS como altamente peligrosos para la salud y persistentes en el ambiente.

DDT: de “ sustancia milagrosa ” a símbolo de toxicidad ambiental

El caso más emblemático de la lista es el DDT ( dicloro-difenil-tricloroetano ), alguna vez celebrado como un insecticida milagroso por su bajo costo y efectividad . “ Increíblemente, la producción y el uso del DDT no se habían prohibido en México. ¿Quién sabe cómo fue posible? ”, dijo Julio Berdegué, secretario de Agricultura, en palabras obtenidas por Mexico News Daily .

El DDT fue ampliamente usado en la agricultura y en campañas de salud pública desde los años 40 , pero su reputación se desplomó tras la publicación de Primavera Silenciosa de Rachel Carson en 1962 y los hallazgos de que persistía en el ambiente y dañaba gravemente a aves y mamíferos. 

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Estados Unidos lo prohibió en 1972 y Europa en los años 70 y 80; sin embargo, algunos países como India y naciones africanas todavía lo utilizan bajo excepciones permitidas por la OMS y el Convenio de Estocolmo , exclusivamente para control de vectores de malaria.

Evidencia científica: del cáncer al neurodesarrollo en niños

Los riesgos del DDT y otros plaguicidas prohibidos van más allá de la persistencia ambiental. Según un estudio publicado en The Lancet Neurology , el DDT y su metabolito DDE se han sumado a la lista de neurotóxicos reconocidos que pueden afectar el desarrollo cerebral en etapas tempranas de la vida, contribuyendo a una “ pandemia silenciosa ” de trastornos del neurodesarrollo como déficit de atención, problemas de aprendizaje y disminución del coeficiente intelectual.

La evidencia epidemiológica también apunta a efectos endocrinos y reproductivos, así como a vínculos con ciertos tipos de cáncer . Según Mexico News Daily , sustancias como el aldicarb, el carbofurano y el endosulfán (también prohibidas en este decreto) han sido asociadas con daños neurológicos, cáncer y presencia en leche materna.

¿Por qué la OMS aún permite excepciones con el DDT?

La Organización Mundial de la Salud mantiene desde hace décadas una postura ambivalente, pues reconoce la toxicidad del DDT, pero también su eficacia contra la malaria en regiones endémicas . En su posición oficial, la OMS señala que el DDT es el insecticida con mayor duración de efecto residual en interiores (6–12 meses), lo que reduce los contagios en comunidades rurales. 

El organismo aclara que su uso está permitido únicamente bajo condiciones estrictas y de forma transitoria, hasta que existan alternativas igual de eficaces y accesibles.

Esto explica por qué algunos países lo mantienen limitado a campañas de fumigación intradomiciliaria , aunque la tendencia global es avanzar hacia su eliminación gradual, con apoyo técnico y financiero internacional.

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México se suma a la tendencia mundial 

El decreto coloca a México junto a más de 150 países que ya prohibieron el DDT y otros plaguicidas peligrosos y busca cumplir con compromisos adquiridos en el Convenio de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes. Este tratado internacional exige a los países eliminar o restringir químicos altamente persistentes que afectan tanto la salud humana como la biodiversidad.

El reto, sin embargo, está en sustituir estos compuestos por alternativas viables para agricultores . “ Hay mucha investigación en todo el mundo buscando sustitutos… tengo fe en que con el tiempo habrá productos disponibles en México ”, dijo Berdegué. 

Según el comunicado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la prohibición forma parte de una estrategia nacional integral para a segurar una producción de alimentos saludables y una transición hacia una agricultura sostenible . La medida también busca proteger a trabajadores agrícolas, históricamente expuestos a químicos sin suficiente regulación.