Viajar al espacio cambia profundamente a las personas. Algunos músculos se fortalecen, otros se debilitan; los fluidos corporales se desplazan y el sentido del equilibrio se desajusta. La microgravedad obliga al cuerpo a adaptarse y, al regresar a la Tierra, comienza el proceso inverso: reaprender a convivir con la gravedad .
Para mitigar esos efectos, los astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI) entrenan dos horas diarias con el fin de preservar densidad ósea, fuerza muscular y salud cardiovascular. Sin embargo, tras meses en órbita, la readaptación puede resultar complicada. Muchos describen a la Tierra como un lugar “pesado, ruidoso y extrañamente quieto” .
Experiencias recientes de regreso
En marzo de 2024, la misión SpaceX Crew-7 regresó tras casi 200 días en