La reciente victoria en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires ha fortalecido la posición del gobernador Axel Kicillof al sumar un mayor número de representantes propios en la Legislatura. Sin embargo, este avance no le otorga una autonomía total, ya que su administración seguirá condicionada por la necesidad de negociar con las diversas facciones del justicialismo, principalmente con el sector de Sergio Massa y el kirchnerismo, para lograr la aprobación de proyectos de ley clave para su gestión. Esta realidad lo sitúa en un escenario de equilibrio político donde la comunicación se vuelve fundamental.
La jornada comicial del pasado domingo dejó al oficialismo como uno de los principales beneficiados. La estrategia de desdoblamiento electoral impulsada por el Ejecutivo