En la Casa Blanca la noticia cayó como un mazazo. Primero llegaron las imágenes en redes sociales. Las televisiones se pusieron a todo volumen. Llegaron inmediatamente las alertas a los móviles: «Charlie Kirk, disparado en el cuello en Utah» .La sorpresa dio paso a la desolación. Quedaba claro por las imágenes , por ese disparo en el cuello, por el chorro de sangre que le surgía al desplomarse en la silla, que Kirk, de 31 años, padre de dos niños , no podía haber sobrevivido , pero la esperanza se mantenía en los pasillos del Ala Oeste.El presidente Donald Trump reunió a sus asesores en el Despacho Oval, siguiendo los detalles. «Rezad por él» , dijo en sus cuentas de redes sociales a las 15:02. Desde ese momento, fue el presidente el encargado de comunicarle a la nación la evolución de Kir

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