Hace un mes falleció el señor Albino De Aguiar Viera. A pesar de los días transcurridos parece que fue ayer.
La calle Dalla Costa, en el tramo correspondiente a los emprendimientos que contribuyó a fundar, parece otra sin él.
Su presencia es imborrable, pasar por ese lugar es como verlo aparecer conversando con cualquiera de sus amigos.
El cabello blanco, la espigada estatura y el vigor corporal, hablan de alguien que no descansó en el arduo camino de legar un patrimonio al Delta, en forma de empresas con pretensión de duración imperecedera. Solidas y asentadas, para sobrevivir a cualquier temporal de la economía. Y vaya que lo logró.
Como testimonio de su valor, transcribimos textualmente el texto del Dr. Abraham Gómez, en su libro . Disfrútenlo.
“Nací en un pueblo llamado San de Mar