Por Ion Jauregui, analista de

El liderazgo occidental en inteligencia artificial vuelve a tener su epicentro en Washington. La nueva AI GAIN Act, integrada en la National Defense Authorization Act (NDAA), establece que cualquier chip con un rendimiento superior a 4.800 TOPS requerirá una licencia de exportación. Además, obliga a los fabricantes a priorizar el suministro a empresas estadounidenses antes de exportar al extranjero.

Presentada como una estrategia de seguridad nacional y un freno a China, la norma ha encendido alarmas en todo el sector: si EE.UU. necesita chips, el resto del mundo tendrá que esperar.

Nvidia levanta la voz

La primera en reaccionar fue Nvidia (NASDAQ: NVDA.O), líder indiscutible en GPUs para IA. La empresa advierte que la ley frenará la competitividad global

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