El paseo Independencia y varias calles del centro de Zaragoza vivieron en 2024 unas Fiestas del Pilar atípicas. No por la gente, que volvió a llenar las calzadas zaragozanas, sino por la falta de uno de los símbolos de estos días tan señalados, los artistas callejeros . Hubo menos bailarines y desaparecieron las estatuas vivientes. No había ni rastro de los mimos y tampoco puestos para trenzarse el pelo. Una polémica que llegó, en forma de movilizaciones, hasta la calle de donde había salido.
Este año, en cambio, Independencia recuperará parte de su color . Aunque, eso sí, lo hará de una forma un tanto distinta a la que era habitual hasta ahora. Y es que el ayuntamiento está preparando una serie de actos bajo su supervisión -es decir, programación propia- para los próximos Pilar