Por Matías Sanchez
En el flanco derecho, la ganadora indiscutida fue Evelyn Matthei , que logró situar su discurso en clave de futuro y proyectar a Chile como un país con potencial enorme, aunque con la deuda de no entrar en la discusión sobre inteligencia artificial y el cambio tecnológico que marcará el siglo XXI. Tras ella, Johannes Kaiser sorprendió con momentos de claridad y estilo directo, aunque con limitaciones de fondo. José Antonio Kast, en cambio, quedó relegado : demasiado rígido, demasiado atado al libreto de siempre, sin novedades ni gestos que lo sacaran del casillero en que lo encasillaron sus críticos.
En el campo progresista, el mejor posicionado fue Harold Mayne-Nicholls , que se mostró fresco, cercano y con un discurso bien anclado en la realidad de las famili