El sueño de tener casa propia ya no es un imposible para miles de familias en Colombia. D etrás de cada historia hay disciplina, esperanza y también el respaldo de una entidad que se ha propuesto transformar vidas: el Fondo Nacional del Ahorro (FNA).

En municipios apartados como San Juan del Cesar, en La Guajira, las historias de Evelyn y Milagros muestran que con esfuerzo y el acompañamiento adecuado es posible dejar de pagar arriendo y abrir la puerta de un hogar propio. Casos como estos reflejan que el FNA no solo entrega créditos, sino que acerca sus servicios a las regiones, abre puntos de atención y crea comunidad.

Laura Roa, presidenta del FNA, asegura que más que dirigir una entidad financiera, lidera una misión: facilitar que cada colombiano pueda cumplir el sueño de su viviend

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