Cuando hablamos de animación , irremediablemente solemos pensar en u otros títulos más ligados a la infancia, pero esta película juega en otra liga. Estrenada en el año 2001 , la cinta de Hayao Miyazaki llevó a Studio Ghibli -sí, los del filtro de ChatGPT- a lo más alto y demostró que una obra japonesa podía convertirse en fenómeno mundial . Y lo digo con conocimiento de causa: cuando tenía poco más de seis años estaba obsesionada con verla una y otra vez, aunque ni siquiera era consciente de la enorme profundidad de la trama .

Algo debía de tener para atrapar tanto a una niña como a la crítica internacional, que la consagró con el Óscar a Mejor Película de Animación en 2003 . El paso del tiempo, lejos de oxidarla, lo que ha hecho ha sido reforzar su estatus de clásico: en l

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