Dos nuevas investigaciones lideradas por la académica del CREAF Maria Vives-Ingla , constatan que los microclimas que se dan en el bosque —zonas con una temperatura, sombra o humedad diferente al ambiente — pueden aliviar los crecientes impactos del cambio climático , proporcionando, por ejemplo, condiciones de menor temperatura y mayor humedad.

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Pese a este dato, el equipo también ha descubierto que si se cumplen los peores escenarios futuros de calentamiento y aumenta la frecuencia de los fenómenos meteorológicos más raros e intensos, como olas de calor superiores a 40 °C combinadas con sequía, las 'reglas del juego' cambian.

De este modo, podría haber un alarmante descenso de insect

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