La experiencia del usuario Don Paco puso sobre la mesa los desafíos que enfrentan los agricultores que intentan acercar sus productos directamente al consumidor. Su proyecto, que se centra en estar constantemente vendiendo mandarinas y naranjas a través de Internet, muestra con detalle cómo se distribuyen los ingresos y qué costes impactan en el beneficio final.

El vídeo publicado en TikTok desglosa cada paso del proceso, desde la facturación hasta los gastos logísticos y de manufactura. A través de esta exposición, el agricultor pretende reflejar la realidad económica de quienes buscan comercializar su producción de manera independiente, sin intermediarios.

¿Cuánto gana Don Paco vendiendo mandarinas de su huerta en Internet?

En el vídeo, Don Paco explica que la facturación total alcanzó los 7.600 € , pero los costes redujeron significativamente esa cifra. Entre los gastos se incluyen:

  • Comisiones de la pasarela de pagos (2%), que restaron 230 €.
  • Envíos con GLS por 4.100 €.
  • Mano de obra y alquiler de furgoneta: 680 €.
  • Cajas y manufactura: 1 .250 €.

Después de estas deducciones, los ingresos se redujeron a 1.290 €. A estos gastos aún se suman los necesarios para el mantenimiento de la explotación, como fertilizantes y sulfatos, dejando un beneficio real de apenas 500 € por 4.000 kilos de naranjas y mandarinas , es decir, unos 0,30 € por kilo.

Don Paco subraya que, aunque el proyecto logró un alcance nacional, la rentabilidad sigue siendo limitada. La logística y el tiempo invertido en preparar los pedidos son factores que afectan directamente a la ganancia final del agricultor.

La repercusión de Don Paco en redes sociales

El vídeo de TikTok ha generado más de 600.000 reproducciones y 11.000 me gustas , lo que evidencia el interés por conocer la experiencia de un agricultor vendiendo mandarinas online.

La publicación provocó comentarios tanto de apoyo como de crítica , enfocándose principalmente en la escasa rentabilidad que puede obtenerse al vender directamente desde la huerta.

« Si tu producto vale 7600 € y por enviarlo te cobran el 60% no tiene mucho sentido», comentaba un usuario. «Lo de GLS es un robo. Todo lo demás está muy bien», señalaba otro.

Por otro lado, el impacto de este contenido sirvió también para educar sobre la economía del campo y la dificultad de obtener beneficios cuando se prescinde de intermediarios. Los comentarios reflejan curiosidad y, en algunos casos, sorpresa por los márgenes tan ajustados que deja la venta directa.

Los retos de estar vendiendo mandarinas directamente al consumidor

El principal desafío identificado por Don Paco es la logística. Contratar transporte , pagar la mano de obra para empaquetar y etiquetar los productos y gestionar la web representan costes que reducen el beneficio notablemente.

Así quedan en claro las principales dificultades:

  • Transporte de grandes volúmenes.
  • Costes de empaquetado y manufactura.
  • Comisiones de plataformas de pago.
  • Gastos de mantenimiento de los cultivos.

El agricultor enfatiza que el precio final de las mandarinas debe reflejar estos costes. A pesar de vender a un euro por unidad, la ganancia neta es mínima. Esto evidencia que, aunque la venta online permite llegar a todo el país, no siempre asegura una rentabilidad adecuada.

Don Paco también comenta que los gastos ocultos, como la mano de obra familiar y el tiempo invertido , son difíciles de cuantificar, pero repercuten directamente en la ganancia.

Una apuesta por el producto local y la educación en el campo

Más allá de los ingresos, Don Paco considera su proyecto como una herramienta de educación agrícola. Su objetivo es conectar directamente al consumidor con el productor y visibilizar los esfuerzos que conlleva llevar un producto al mercado.

La web naranjasdelabuelo.com permite que los clientes compren mandarinas y naranjas directamente a los agricultores, garantizando que parte del precio llegue al productor. El creador de contenido destaca que, aunque el proceso sea costoso, la iniciativa contribuye a sostener la agricultura local y a apoyar la España rural.

Según el agricultor:

  • Pagar unos céntimos más por kilo asegura un margen más justo.
  • Promueve el consumo de producto español.
  • Permite mantener viva la actividad en zonas despobladas.

Para concluir, Don Paco asegura que la experiencia de vender mandarinas directamente sirvió para mostrar la realidad del campo , la importancia de valorar el trabajo agrícola y la necesidad de ajustar los precios al coste real de producción y logística.