En Colchagua, las parras se extienden hasta perderse en el horizonte. Entre ellas se mueven jóvenes con cuadernos en mano, aprendiendo a medir el azúcar de las uvas que en pocos días se convertirán en vino. No son temporeros ni visitantes. Son estudiantes de la Universidad de Talca que eligieron formarse como técnicos en viticultura y enología, en pleno corazón de una de las industrias más antiguas y dinámicas de Chile.
Dos mil kilómetros al sur, en Magallanes, otros estudiantes recorren laboratorios y plantas de cultivo junto al viento implacable de la Patagonia. Allí la Universidad de Magallanes prepara técnicos en acuicultura, procesos industriales e hidrógeno verde, además de turismo, en una región que mira al futuro con la promesa de la transición energética y la fuerza de su histori