En el oeste de Noruega, una antigua mina se ha transformado en el hogar de la máquina más potente del país. Entre galerías excavadas en la roca y con el agua helada del fiordo como aliado, Olivia ya está en marcha . Este superordenador nacional, gestionado por Sigma2, se presenta como una herramienta clave para los investigadores del país. Su diseño busca reducir el consumo energético frente a generaciones anteriores y aprovechar al máximo la seguridad que ofrece una instalación subterránea.

Noruega ha querido reforzar su capacidad de cómputo sin depender de otros países. Aunque no pertenece a la Unión Europea , forma parte del Espacio Económico Europeo . Según Sigma2 , Olivia está pensada para abrirse a todas las instituciones académicas y científicas del país, independientemen

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