Los fuegos artificiales iluminaron este jueves el firmamento vallisoletano con el toque de Galicia. La encargada de llenar de luz y color fue en este caso la empresa gallega Xaraiva, con más de 60 años de experiencia en pirotecnia.

El espéctaculo comenzó a las 22.15 horas en el paraje de Caño Hondo, donde los asistentes, en absoluto silencio y con los móviles en alto para no perderse ni un instante de panorama pirotécnico, disfrutaron de una sesión cargada de destellos, formas y diferentes estilos que cautivaron a quienes se sentaron a disfrutar de la función, sin importar su edad. Con el último estallido y como forma de clausura, el paraje de Caño Hondo sustituyó los estallidos y colores por los aplausos de quienes disfrutaron de los fuegos artificiales, una de las actividades favoritas

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