El expresidente brasileño Jair Bolsonaro ha sido condenado a 27 años y 3 meses de prisión por intentar subvertir el orden democrático tras su derrota en las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva. La decisión fue tomada por la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, que alcanzó una mayoría de votos para fijar la pena.

La sentencia se desglosa en 24 años y 9 meses de prisión en régimen cerrado, y 2 años y 9 meses en régimen semiabierto o abierto. Dado que la condena supera los ocho años, Bolsonaro deberá cumplir su pena en un penal de régimen cerrado.

La Sala declaró culpable a Bolsonaro por cinco delitos relacionados con actos golpistas que ocurrieron entre finales de 2022 e inicios de 2023, los cuales buscaban impedir la investidura de Lula y derrocar la democracia. El veredicto se alcanzó con 4 votos a favor y 1 en contra. La jueza Cármen Lúcia fue clave para asegurar la mayoría, mientras que el ministro Luiz Fux se pronunció por la absolución del exmandatario.

Bolsonaro se convierte así en el primer expresidente de Brasil condenado por atacar el orden democrático. Además, otros siete coacusados, incluidos exministros y altos mandos militares, también fueron condenados. Entre ellos se encuentran figuras como Alexandre Ramagem, exdirector de la ABIN, y Almir Garnier, excomandante de la Armada.

La condena se produce en un contexto de tensión política en Brasil, donde se han planteado preocupaciones sobre la posibilidad de amnistía para los crímenes cometidos. El juez Flávio Dino advirtió que los delitos juzgados no son susceptibles de amnistía, mientras que Luiz Fux expresó su desacuerdo con el juicio, considerándolo una de las páginas más tristes de la justicia brasileña.

Bolsonaro, quien se encuentra en arresto domiciliario desde agosto, no participó en las audiencias alegando problemas de salud. Su hijo, el senador Flavio Bolsonaro, criticó el proceso, afirmando que el resultado ya era conocido antes de comenzar. La condena ha generado reacciones internacionales, incluyendo comentarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien la calificó de "sorpresiva".