La UNAM ha sido motor de la investigación científica y en ingeniería en torno a sismos y otros fenómenos naturales en México, afirma el investigador emérito y exdirector del Instituto de Geofísica (IGEF), Gerardo Suárez Reynoso.

De los sismógrafos “Wiechert” -de fabricación alemana que comenzaron a funcionar el 5 de septiembre de 1910 en la estación Tacubaya del Servicio Sismológico Naciona (SSN)-, a actualmente efectuar modelado de terremotos en supercomputadoras son muestra clara de que “la Universidad siempre ha atendido su responsabilidad nacional”, enfatiza.

El SSN a cargo de la UNAM a partir de 1929 y adscrito al IGEF desde 1948, ha avanzado a ritmo más rápido a partir del terremoto de 1985.

De ese año hacia adelante su papel de liderazgo ha sido fundamental para investigar, enten

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