Jair Bolsonaro se convirtió este jueves en el primer presidente de Brasil condenado por uno de los delitos más graves del Código Penal: el intento de subvertir la democracia mediante un golpe de Estado para derrocar al presidente electo Lula da Silva (y en caso necesario asesinarlo).
El expresidente ultraderechista fue condenado este jueves a 27 años y tres meses de cárcel, aún no irá a prisión y su defensa podrá presentar un recurso de apelación contra el fallo dictado por los jueces de la Primera Sala de la Corte Suprema, o para posponer su aplicación.
Con cuatro de cinco votos a favor, Bolsonaro y los otros siete reos en la causa fueron declarados culpables de delitos contra la democracia, como intento de abolición del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, organización crimi