El lunes será el 15 de septiembre más triste para los mexicanos en Estados Unidos.
Unas Fiestas Patrias y su intrínseco Grito de Independencia enmarcadas por la persecución, el miedo, el no aparecer ni asomar a calle alguna.
Temen, y con razón, sea aprovechada la ocasión de la máxima celebración nacional para ser cazados por los distintos cuerpos de seguridad, uniformados o no, militarizados o civiles.
Lo saben el gobierno de Claudia Sheinbaun, el embajador Esteban Moctezuma y los 53 cónsules, quienes han sido advertidos insistentemente de este riesgo.
Todavía el miércoles fueron convocados a una reunión virtual donde el canciller Juan Ramón de la Fuente y la directora de Protección Consular y Planeación Estratégica, Vanessa Calva, dieron sus últimas instrucciones.
Lo mismo de siempre