Tras la muerte de dos niños y más de 20 personas heridas por un hombre transgénero en Minneapolis, las escuelas católicas de Estados Unidos han estado evaluando sus medidas de seguridad. Algunas han contratado guardias y otras han permitido que profesores y personal estén armados.
La Diócesis de Buffalo anunció esta semana la contratación de guardias de seguridad armados para las 29 escuelas primarias católicas de su jurisdicción, y de un "consultor de seguridad" para crear planes integrales “adaptados a cada comunidad escolar".
La superintendente de escuelas católicas, Joleen Dimitroff, envió una carta a los padres informándoles de las decisiones, que, según ella, son "un reflejo de nuestra convicción compartida de que la seguridad de nuestros hijos es invaluable y debe protegerse con e