Pereira, 12 de septiembre de 2025. El occidente de Risaralda atraviesa un momento crítico en materia de orden público. Municipios como Mistrató, Belén de Umbría, Santuario y Santa Rosa de Cabal han registrado un incremento de amenazas, homicidios selectivos y mensajes intimidatorios atribuidos a estructuras vinculadas al Clan del Golfo. Esta situación no solo golpea la tranquilidad de las comunidades rurales, sino que también pone bajo riesgo a líderes sociales y a mandatarios locales que han denunciado presiones constantes.

La creciente injerencia de este grupo armado en territorios históricamente apartados plantea un desafío mayor: el riesgo de que zonas con débil presencia estatal se conviertan en corredores estratégicos para la expansión de economías ilegales, desde el narcotráfico

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