Iggy Pop, a sus 78 años, deslumbró al público argentino en su regreso al escenario tras nueve años de ausencia. El evento tuvo lugar en el Movistar Arena, donde la energía del artista se sintió desde el primer momento. A pesar de que el show comenzó con un retraso, la espera valió la pena. Con un repertorio que incluyó clásicos como "Lust for Life" y "I Wanna Be Your Dog", Iggy demostró que su legado en el rock sigue vivo.
El espectáculo comenzó con "T.V. Eye", y rápidamente Iggy se despojó de su chaleco de cuero, mostrando su icónica presencia escénica. La elección de "Libertango" de Astor Piazzolla como introducción fue un gesto de respeto hacia el público argentino. Durante el show, Iggy se dirigió a la audiencia en español, expresando: "No quiero morir. No todavía", lo que generó una conexión especial con los asistentes.
La banda que lo acompañó fue numerosa y variada, con una sólida base de batería, guitarras y bajo, además de dos vientos que aportaron un toque distintivo. A lo largo de la noche, Iggy interpretó temas de su carrera, desde sus inicios con los Stooges hasta sus trabajos en solitario. La energía del público fue palpable, coreando cada uno de sus éxitos.
El momento culminante llegó con el cover de "Louie Louie", donde Iggy invitó a Gaspar Benegas, guitarrista de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, a unirse a él. El show concluyó con "Loose", dejando a los asistentes con una sensación de euforia. A lo largo de la actuación, Iggy mostró su carisma y su capacidad para conectar con el público, recordando por qué es considerado una leyenda del punk rock.
A pesar de su edad, Iggy Pop demostró que su energía y pasión por la música siguen intactas. La noche fue un homenaje a su legado y a la historia del rock, dejando a los fans con recuerdos imborrables de un espectáculo que celebró la vida y la música.