Fabricio Díaz Añez , campanero de la Catedral Basílica de Salta desde hace 11 años, explicó cómo cada repique de campanas es único y cómo su sonido guía a los peregrinos que cada septiembre llegan a renovar su fe.
“Sin campanas no hay Milagro”
“Sin campanas no hay Milagro”, afirmó Fabricio a AriesOnline , resumido en una frase la importancia de este tradicional repique que marca el corazón de los salteños y de los miles de fieles que se acercan cada año. “El 15 de septiembre para nosotros es como un 31 de diciembre: sentimos que llegamos, que cumplimos un año más, que el Señor y la Virgen nos dieron la gracia de estar presentes”, confesó con emoción.
El grupo de 15 campaneros se prepara desde hace semanas para uno de los momentos más esperados: el Concierto de Campanas