Pleitos de los magistrados que son un secreto a voces y la aparición de nuevos jueces muy limitados en capacidades para el manejo de las audiencias, además del primer megapuente en curso sin tener apenas una quincena en el cargo, marcaron el penoso comienzo del reformado Poder Judicial del Estado.
Si no es el pleito del sótano del edificio de la Niños Héroes, entre el magistrado Yamil Athié y el presidente del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ), Francisco “Paquito” Acosta Molina, es la intriga entre Gerardo Acosta Barrera y la cabeza del Órgano de Administración Judicial (OAJ), Karla Esmeralda Reyes, para debilitar a la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJE), Marcela Herrera Sandoval.
Si no es la intentona de cerrar audiencias en Juárez por parte de la ex