Cantabria es un destino ideal para desconectar con una escapada de fin de semana y adentrarse en el verde de sus montañas escarpadas, rodeadas de caminos que se adaptan a todos los niveles y que recorren casi todos los rincones de la comunidad autónoma. Para quienes se inician en el senderismo, es una opción perfecta porque cuenta con recorridos sencillos y pensados para disfrutar de este territorio paso a paso, especialmente en una época como el otoño.

Pero no solo es un buen plan para los senderistas principiantes, sino que la seguridad y accesibilidad de sus senderos también permiten disfrutar del deporte a los más pequeños y realizar una excursión de un par de días. A continuación, te presentamos tres de las rutas más fáciles para descubrir la belleza natural de esta tierra.

Fuente Dé - Puerto de Áliva - Picos de Europa

Entre la gran variedad de rutas que ofrece el paisaje natural de los Picos de Europa, esta es una de las más sencillas. Tiene una duración de aproximadamente cuatro horas y es perfecta para conocer el valor ecológico que tiene Cantabria. El parque natural goza de una biodiversidad inigualable, con numerosas especies de fauna y flora características de la Cordillera Cantábrica que conviven en este amplio entorno.

El camino inicia en la estación superior del teleférico de Fuente Dé llamada 'El Cable', pero también existe la opción de llegar hasta allí a pie, aunque es importante estar en buenas condiciones físicas para subir las empinadas y escarpadas laderas de la montaña.

No obstante, vivir una aventura menos arriesgada también es posible gracias al teleférico, cuyos tickets se pueden comprar en su página web . Es una buena alternativa, accesible para todos los públicos y, además, una experiencia que permite apreciar unas vistas impresionantes.

Vistas de la ruta por los Picos de Europa.

En menos de cinco minutos el teleférico se eleva hasta el corazón del valle. La sensación de ascender desde los 1.090 metros de altitud hasta los casi 1.850 en unos instantes es emocionante y permite contemplar de forma cada vez más amplia el paisaje que forman estas montañas.

El sendero circular consta de 13,77 kilómetros y transcurre por los Puertos de Áliva, una zona de inmensas praderas de alta montaña sin apenas desnivel de ascenso. La ruta inicia en la estación superior, donde es recomendable apreciar las vistas panorámicas que ofrece, desde donde se pueden identificar varias cumbres del macizo central.

El camino continúa por una pista que recorre la base de la cara este de Peña Olvidada y Peña Vieja, y desciende hasta el Collado de Juan Toribio, un conjunto rocoso. Desde allí, el descenso sigue hacia el Valle de Camaleño, un municipio rodeado de montañas de 2.000 metros de altitud con alto valor ecológico. Más adelante se encuentra el Hotel de Áliva, un espacio para realizar una parada si es necesario, ya que incluye servicio de restaurante y cafetería.

La marcha se retoma por la pista que desciende hacia el este y conduce al corazón de los Puertos, en las proximidades del Campo menor. Allí es importante tomar el desvío en dirección al sur, hacia la derecha, que lleva hasta las Majadas de Espinama. Tras dejar atrás los Puertos de Áliva, la ruta avanza hacia las Portillas del Boquejón, punto en el que finaliza la zona montañosa y comienza el último tramo del sendero, rodeado de bosques.

A continuación, tras cruzar un elevado puente de madera, el camino empieza a descender por una senda que recorre la ladera sur del Pico Valdecoro, que destaca por sus antiguos robles y sus frondosas hayas. Más adelante, aproximadamente a 1,5 kilómetros de Fuente Dé, la pista sigue bajando hacia el Puente de Pontavao, pero, en lugar de seguir por ahí, a la derecha se encuentra una desviación por el sendero PR-24, que conduce de vuelta al punto inicial: la estación inferior del teleférico de Fuente Dé.

Ruta por el río Pisueña

El río Pisueña es un curso fluvial importante en Cantabria por su valor natural. Recorre 34,7 kilómetros desde su nacimiento, entre el Picón de la Bayorga Honda y el Alto de Sopeña, hasta su ingreso como afluente del río Pas.

Esta ruta, de dificultad baja, incluye un total de 24 cascadas, muchas de ellas ocultas y sin señalización. El camino comienza cerca del río, tras aparcar en un ensanche junto a la carretera CA-624. Desde el primer puente, el sendero, de 7,68 kilómetros, transcurre entre prados y bosques repletos de robles, donde hay acceso a varias cascadas mediante senderos laterales. El camino bordea el río y permite contemplar saltos de agua en rincones tranquilos donde disfrutar de la naturaleza y conectar con ella. No tiene grandes desniveles, pero sí exige cierta atención para no perderse entre bifurcaciones.

Cascada de agua en el río Pisueña.

La segunda parte del recorrido transcurre por una zona donde prácticamente nace el río Pisueña, acompañada de varias cascadas de gran atractivo. La combinación de la belleza natural del entorno y el sonido del agua convierte este tramo en uno de los más especiales.

Tras una última serie de saltos de agua y un nuevo cruce del río, el itinerario enlaza con el tramo señalizado que no se utilizó al inicio y conduce de regreso, de manera cómoda, al punto de partida. Aunque no está completamente señalizada, la ruta resulta sencilla y muy espectacular.

Senda mitológica del Monte Hozarco

En pleno corazón del municipio de Peñarrubia, situado en la comarca de Saja-Nansa, se encuentra la senda mitológica conocida como 'Las criaturas del Monte Hozarco', famosa por la presencia de ciertos personajes mágicos representativos de la cultura cántabra.

Esta ruta es perfecta para realizar con niños, ya que los más pequeños podrán disfrutar de la cantidad de criaturas extrañas que se van dejando ver a medida que avanza. El mal y el bien, las debilidades humanas o los miedos son varias de las emociones y sensaciones que representan estas hadas, brujas, monstruos, duendes e incluso seres malignos que se esconden en lo más profundo de un bosque repleto de robles, encinas, tilos, castaños y acedos.

La senda es un recorrido sin dificultad, está señalizado y consta de un total de 2,52 kilómetros, por lo que es accesible para los niños. El punto de inicio se encuentra en el aparcamiento a los pies del monte Hozarco, junto a la ermita de Santa Catalina, donde se encuentra un ojáncano que vigila el bosque con su único ojo y que te dará la bienvenida a esta camino mágico que incita constantemente a la imaginación.

La altitud máxima del sendero es de 749 metros y finaliza en el mirador de Santa Catalina, desde donde se pueden contemplar unas vistas impresionantes del Desfiladero de La Hermida y los Picos de Europa.