Con el dólar cerca del extremo superior de la banda de flotación, las tasas de plazos fijos ofrecidas por las entidades financieras siguen registrando cambios. La evolución de la inflación plantea dudas sobre qué hacer con los pesos excedentes.
Desde marzo 2024, los bancos comerciales no están obligados a ofrecer una tasa de interés mínima por los plazos fijos que constituyan sus clientes, teniendo total libertad para fijarla. La política monetaria del Gobierno transita la fase denominada «de emisión cero», que se inició con la creación de las letras fiscales de liquidez (Lefis).
Tras la supresión de las Lefis, no existe una explícita tasa de política monetaria y al no estar los bancos obligados a pagar una tasa mínima, se ha incrementado la competencia en busca de los ahorros d