Hasta hace poco, la idea de que un satélite de observación terrestre capturara accidentalmente a otro satélite en pleno vuelo era una casualidad tan improbable como encontrar una aguja en un pajar. El espacio es un vacío inmenso y los satélites se mueven rapidísimo . Pero en el último año hemos sido testigos de este fenómeno dos veces. Y en ambas ocasiones, el protagonista ha sido un satélite Starlink de SpaceX.

En una base militar secreta de China. El pasado 21 de agosto, uno de los nuevos satélites WorldView Legion de Maxar pasaba sobre el desierto de Gobi, en China, con el objetivo de fotografiar la base aérea de Dingxin: una instalación de alto secreto donde China prueba sus cazas más avanzados. El satélite logró la imagen, pero en ella aparece un intruso inesperado.

Una nave pl

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