La vivienda usada se ha consolidado como el motor más dinámico del sector inmobiliario en Colombia porque ofrece precios más accesibles, mejor ubicación y acceso inmediato a servicios consolidados en zonas ya desarrolladas . Mientras la vivienda nueva muestra señales de recuperación tras una desaceleración prolongada, los inmuebles usados mantienen una estabilidad notable en la demanda, lo que los convierte en una opción confiable y segura en medio de la incertidumbre económica.

Los apartamentos de dos y tres habitaciones en estratos tres y cuatro lideran la rotación, con valores entre 200 y 400 millones de pesos, aunque Bogotá se ubica en la franja más alta, alcanzando hasta 550 millones. Medellín, Cali y Barranquilla registran precios entre 180 y 420 millones, mientras que los apartae

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