Al ahorrista más conservador todavía le cuesta mirar opciones por fuera del dólar o del plazo fijo. Suelen seguir de cerca una u otra variable —o ambas a la vez— para resguardar sus pesos frente a la inflación o la volatilidad cambiaria. En el escenario post electoral, el Banco Central decidió una baja de tasas que, por un lado, impulsó un rebote del dólar y, por el otro, forzó un nuevo ajuste en los intereses que pagan los bancos por inmovilizar depósitos. El puntapié lo dio el Banco Nación —referencia para todo el sistema financiero— al reducir su tasa nominal anual (TNA) del 47% al 43%.
En la semana previa a los comicios bonaerenses, los rendimientos habían tomado la dirección opuesta y en algunos casos llegaron a superar el 50%. Ahora, los rendimientos volvieron a ubicarse en la