El primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, tiene marcado a fuego un objetivo a corto plazo: hacerse con el control total de la ciudad de Gaza antes de que se cumpla el segundo aniversario, el 7 de octubre, de los ataques terroristas de Hamas a poblaciones israelíes fronterizas con la franja, que supusieron el inicio de esta trágica guerra. Para conseguirlo, el ejército israelí llevaba ya días bombardeando y demoliendo los rascacielos que seguían en pie en Gaza, instando al desalojo forzoso al casi un millón de gazatíes que sobrevivían en el principal enclave urbano de ese territorio, exigiéndoles que se desplacen a una minúscula “zona segura” en el sur de Gaza. Unos 350.000 palestinos ya han huido hacia ella.

La madrugada de ayer, el Ejército inició su anunciada ofensiva final. Las t

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