Mi familia, siempre fue de profunda fe católica. Cuando nos vinimos a Valencia, una de las primeras cosas que hicimos fue ir a la Catedral a visitar a la Virgen del Socorro. Tanto mi padre como mi madre llevan ese nombre, pero solo de la pila bautismal, porque en la cédula no le aparecía a ninguno de los dos. Me contaron aquello de que la imagen de la Virgen del Socorro nuestra no tiene que ver con la del Perpetuo Socorro, más bien se parece a la Virgen Dolorosa. Nosotros, los valencianos, habíamos pedido la Virgen del Socorro y los peruanos, Nuestra Señora de los Dolores, pero en el camino, se equivocaron y la imagen que llegó fue la Dolorosa que aquí fue rebautizada como “Nuestra Señora del Socorro”.

Pero teníamos un sueño, ir a Guanare. Cumpliendo el deseo de mi tía Teté, que vivía con

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