Un importante porcentaje de venezolanos acudió a sufragar en la elección presidencial del 28 de julio, en función de un supuesto «cambio» condicionado por una situación de angustia sicológica a consecuencia del bajo poder adquisitivo, las pensiones no cónsonas con un sector tan vulnerable como es el de la tercera edad y fallas muy puntuales e inobjetables de los servicios públicos.
Sin importarle que ese voto neurótico terminara favoreciendo a los propios responsables de la crisis económica, los caballos de Troya encarnados en Edmundo González y María Corina Machado, responsables de solicitar a EEUU y a sus países luceros, las criminales sanciones y el bloqueo generalizado.
Nunca el voto de ese sector de compatriotas fue por un candidato visible o un proyecto de plan de gobierno que los