Hasta hace unos años, China era un país misterioso, milenario en el que habitaba mucha gente y se fabricaban baratijas que el mundo adquiría con discreción ya que entendía que el que compra barato, compra a cada rato. Hoy, la realidad es otra. Ya no se le considera un país emergente sino una de las economías más poderosas del planeta. China es la fábrica mundial de automóviles, juguetes y computadoras.
Si revisamos nuestro entorno, veremos que el eslogan “hecho enChina” invade nuestra realidad: es muy probable que en este momento, cada uno de nosotros estemos haciendo uso de algo que fue hecho en ese gigante asiático. No en balde, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ha arremetido con cierta furia arancelaria contra los productos chinos.
De acuerdo con los periodistas del Ne