El nearshoring dejó de ser una promesa para convertirse en una realidad palpable para México, enfatiza la consultora Grant Thornton. La relocalización de cadenas de suministro y operaciones productivas de empresas extranjeras hacia nuestro país presenta una oportunidad histórica.

Sin embargo, mientras muchas empresas mexicanas se enfocan en optimizar su capacidad operativa —ampliando plantas, capacitando personal o mejorando la logística—, un pilar fundamental a menudo se pasa por alto: la infraestructura fiscal.

Contar con una estrategia fiscal robusta, procesos de cumplimiento normativo eficientes y una adecuada planeación tributaria puede ser la diferencia entre capitalizar esta ola de inversión o dejarla pasar. El interés de las empresas extranjeras trae consigo un nuevo ni

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