El valor de los activos argentinos, incluidos el de las empresas y el de la moneda, entró en una peligrosa pendiente. La variable más decisiva para medir y eventualmente revertir ese deterioro -que se aceleró en julio, con el fallido “desarme de LEFI”, y se profundizó con el revés del Gobierno en las elecciones bonaerenses- es el llamado índice de “riesgo-país” que elabora el banco norteamericano J.P.Morgan a partir del rendimiento exigido por los inversores a los bonos soberanos argentinos frente a los títulos del Tesoro de EE.UU. de condiciones y plazos similares.
A medida que cae el precio de los bonos, por temor a que no sean pagados en tiempo y forma, aumenta en porcentaje su rendimiento nominal (establecido al momento de emisión) respecto de la cotización en los mercados secundari