La espera, junto con las precarias viviendas de lámina y madera, es lo que se ha mantenido constante durante 40 años entre las familias que permanecen en el campamento de damnificados Colector 13 , adonde fueron llevadas por las autoridades tras el terremoto que azotó a la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985 bajo la promesa, todavía incumplida, de una vivienda digna .
Hoy, aunque el gobierno capitalino asegura que ya existe un proyecto habitacional que podría comenzar a edificarse el próximo año en una parte del predio, la incertidumbre sigue marcando la vida en este asentamiento, considerado el más grande de la Ciudad de México , donde aún sobreviven otros cinco campamentos similares .
A esa larga espera en Colector 13 se han sumado las tragedias, como el incen