Los profesores de dibujo aconsejan a los principiantes entrecerrar los ojos para apreciar la distribución de luz y sombra en los modelos sobre los que trabajan. Esa abstracción deja ver un aspecto clave: la estructura y el volumen de los objetos. Un análisis de las elecciones en la provincia de Buenos Aires que siguiera esa instrucción, permitiría contemplar un episodio nítido y clásico de la historia política argentina: el enfrentamiento entre peronismo y antiperonismo. Fue una escena con más sombras que luces: cada uno con sus consignas, orientadas a descalificar al rival antes que a formular propuestas. Cada uno con su desprecio por el otro, acentuado en el antiperonismo, interpretado por Milei, cuyo discurso recurrió a imágenes fúnebres que no disimulaban el deseo de ver muerto al riva

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