El próximo martes, Mauricio Macri se reunirá con los principales candidatos del PRO en la sede partidaria de la calle Balcarce. Este encuentro se produce en un contexto de tensiones internas y diferencias ideológicas que se hicieron evidentes en la última sesión de la Cámara de Diputados. En el partido, coexisten figuras como Cristian Ritondo, presidente del PRO en Buenos Aires, y María Eugenia Vidal, quien se opone a los acuerdos electorales con la fuerza libertaria.

Ritondo, alineado con el Gobierno, ha promovido alianzas con La Libertad Avanza (LLA), mientras que Vidal ha criticado la falta de gestión del gobierno nacional. Esta división se refleja en la dinámica del bloque parlamentario, donde se enfrentan los "puristas", los "pro-violetas" y los "sueltos", aquellos que mantienen su banca en el PRO pero responden a otras corrientes políticas.

El secretario general del PRO, Facundo Pérez Carletti, anticipó cambios en los bloques legislativos, afirmando que "va a haber movimientos" y que algunos diputados podrían abandonar el bloque. Ritondo lidera a los diputados que apoyan al Gobierno, habiendo votado recientemente a favor de los vetos de leyes importantes.

Entre los que apoyan a LLA se encuentran Diego Santilli y Alejandro Finnochiaro, quienes buscan renovar su mandato en octubre. También están alineados con LLA otros diputados como Sabrina Ajmechet y Damián Arabia. Por otro lado, los "rebeldes" del bloque, apodados "Murmullo Socialista", son criticados por su falta de alineación con la dirección del partido.

Vidal, que dejará su banca a fin de año, ha comenzado una gira por varias provincias para apoyar a candidatos del PRO. En contraste, Silvia Lospennato ha sido objeto de críticas por cambiar su voto en el recinto, lo que ha generado descontento entre sus compañeros.

Algunos dirigentes, como Sofía Brambilla y José Núñez, se encuentran distanciados del bloque, mientras que Álvaro González ha expresado su disposición a ser expulsado si es necesario, argumentando que ha llegado a un punto de quiebre con el Gobierno. La situación en el PRO se presenta como un desafío significativo a medida que se acercan las elecciones.