Un día 9 de diciembre de 1955 moría Martín Gil . Quizá su nombre suene desconocido para muchos. Sin embargo, fue además de astrónomo y escritor de nota, el más famoso meteorólogo que tuvo nuestro país . Era, diría, popularísimo hace más de medio siglo. Incluso los espectáculos teatrales, los de revistas y los diarios, satirizaban sus predicciones sobre el tiempo. Pero él era un cordobés al que nada sacaba de su buen humor pronvinciano. Cualquier circunstancia climática -inundación, sequía- bastaba para que su nombre estuviese en labios de todos. Claro que contribuyó mucho a su prestigio, su actuación radiofónica.
Varias emisoras contaron a Martín Gil entre sus figuras durante un largo tiempo, en las primeras audiciones de preguntas y respuestas que salieron al aire, hace ya varias déc